La selección es el proceso de elegir, a partir
de un grupo de solicitantes, al individuo que mejor se adapte a un puesto en
particular y a la organización. El acoplamiento adecuado de las personas con
los puestos de trabajo y con la organización es la meta del proceso de
selección. Si los individuos están demasiado capacitados, deficientemente
capacitados o, por alguna razón, no se adaptan al puesto de trabajo o a la
cultura de la organización, serán ineficaces y probablemente abandonarán la
empresa, ya sea voluntariamente o de alguna otra forma. Una empresa que
selecciona empleados de alta calidad cosecha beneficios sustanciales, los
cuales se registrarán durante cada año que el empleado esté en la nómina. Las
decisiones deficientes de selección suelen causar daños irreparables. Una mala
contratación puede dañar la moral de todo el personal, especialmente en una
situación en la cual el trabajo de equipo es vital. La selección del individuo
incorrecto para un puesto será costosa. Remplazar a un empleado que no es
adecuado para el puesto cuesta un promedio de 2.5 veces el salario de un
individuo. Esto es significativo, ya que una de cada cinco contrataciones resulta
ser una mala elección
Si una empresa
contrata muchos malos elementos, no podrá tener éxito durante mucho tiempo aun
cuando tenga planes perfectos, una estructura organizacional sólida y sistemas
de control bien afinados. Los individuos competentes deben estar disponibles
para asegurar el logro de las metas organizacionales.
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